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Saúl Martínez, el amigo, el trovador, el paisano, el papá*

Saúl Martínez, el amigo, el trovador, el paisano, el papá*

Artista exclusivo de la XEW difundió a nivel nacional la música tradicional istmeña

Gerardo Valdivieso Parada

Juchitán, Oax.- “Estábamos en el homenaje que le hicieran a Saúl Martínez en Mérida en 1967 cuando el presentador se equivocó y dijo que Saúl era chiapaneco, de pronto alguien me gritó entre la gente en zapoteco gudxi hombre ca tecu laabe (dile a ese hombre que él es juchiteco), me apresuré a decirle al presentador que lo aclarara pero no lo encontré. Lo que son las cosas, bien dicen: ratica gabiá nu ti tecu (en cualquier parte encuentras a un juchiteco)”, cuenta Florentino López China primo y compadre del que fue conocido como “El trovador del recuerdo”.

El “doctor China” alude al homenaje que el Ayuntamiento de Mérida y la Sociedad Artística Ricardo Palmerín le hicieran al trovador el 27 de enero de 1967, que consistió en una serenata en el Parque Colonial Los Héroes, con la participación de una galería de artistas yucatecos como Santiago Manzanero padre del compositor Armando Manzanero en donde lo reconocían “gran intérprete de nuestra canción vernácula”.

El entrevistado recuerda que conoció al trovador en la ciudad de México y reafirma la calidad humana, la sencillez y la solidaridad y el cariño que prodigaba a sus paisanos el artista: “siempre me trató de primo cuando yo ni sabía que lo éramos, él era así, tanto en Juchitán a la que venía una vez al año como en México en donde recibía a mucha gente en su casa era muy amable”.

De sus amigos el galeno recuerda una larga fila de personajes que convivieron en las tertulias con Saúl Martínez tanto en Juchitán como en su casa de México en la que destacan el poeta costarricense Alfredo Cardona Peña quien le dedicó un poema que fue editado por el famoso Club “Los Burros”, el escritor Andrés Henestroza, Facundo Génico Salinas “doctor Génico” entre otros.

En esas convivencias sin que se lo pidieran, de repente, tomaba la guitarra y entonaba las canciones con su peculiar voz, en la que prefería las canciones que habían hecho famosas el cantante Guty Cárdenas como “Peregrina”, “Ojos Tristes”, “Ella”.

Sentado en su consultorio en donde a sus más de noventa años todavía da consulta, el doctor China recuerda las idas a las velas y los ratos con la taberneras, las mujeres que ofrecían bebidas alcohólicas afuera de las fiestas, “preferíamos acudir siempre con Rosa Pina” aunque asegura que Saúl Martínez era bohemio no se excedía en la bebida “tomaba unas cuantas cervezas y nada más”.

Cuando murió en 1969 su hija, Flor Martínez, recuerda que se le rindieron homenajes en su terruño en donde está enterrado, se colocó una placa en su honor y se nombró una calle con su nombre, un año después en la agencia de Tehuantepec, Guelaguichi, a una escuela la llamaron Saúl Martínez.

De su admiración por la trova yucateca llegó a grabar grabó otros elepés con canciones de Ricardo Palmerín, Pepe Domínguez, Domingo Casanova, Fausto R. Cámara y otros compositores yucatecos. Apasionado admirador de Guty Cárdenas, en 1958 grabó en el sello Orfeón varios elepés con canciones del repertorio de Guty; en algunas le hizo dúo Chalín Cámara, compañero inseparable del ruiseñor yucateco.

Como su voz tenía parecido con Guty Cárdenas, Flora Martínez, recordó que familiares del cantante yucateco demandó la suspensión de la edición de los discos al alegar que el juchiteco imitaba la voz de su hijo, luego de estudios realizados a su voz desmintió tal acusación volviéndose con el tiempo el trovador juchiteco una voz querida no sólo por la familia del yucateco si no de muchos admiradores de Guty Cárdenas que vieron en Saúl Martínez un artista que mantenía actual la figura de su admirador.

Saúl Martínez nació en 1914 en la Octava Sección Cheguigo, empezó a tocar la guitarra desde los diez años, reconoció como su maestro al escritor y músico Gilberto Orozco. Al trasladarse a la ciudad de México se graduó como contador público y auditor en Instituto Politécnico Nacional (IPN) y se desempeño como directivo de la desaparecida Compañía Luz y Fuerza del Centro. Fue artista exclusivo de la XEW en donde el locutor Pedro de Lille lo bautizó como el trovador del recuerdo.

Para su hija Saúl Martínez se preocupó por dar a conocer la música tradicional de la región del istmo, desde sus primeras grabaciones con guitarra las realizó con temas regionales y después aunque no tuvo el respaldo se las disquera grabó con la Banda de música Regional “Ada” de Juchitán.

*Nota de archivo

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