NA ROSINDA.
Por: Ana Beatriz Muñoz Valdivieso.
Caminaba con paso firme, de tez morena, alta, robusta, amable, alegre, querida por toda la gente, así era Na Rosinda, esposa de ta Chu, madre de la maestra Delia. Mujer juchiteca, como las originales, buena, honrada, bondadosa. Se le veía sentada por las tardes frente a su negocio, denominado joyería la esmeralda, que se ubica frente al parque revolución, junto a la iglesia de San Vicente ferrer, en esta Heroica Ciudad de juchitan, Oaxaca. Na Rosinda así la llamaban, mujer devota, asistía todos los domingo a misa y cumplía con las costumbres y tradiciones de esta comunidad. Mujer fiel a sus principios, altruista de corazón. Ismeña grande, Naa yoo de corazón. Así era Na Rosinda, aunque le rodearon personas negativas, por su estatus social alto, nunca dejó de ser ella. Siempre alegre, siempre brindando la mano a los demás. Quienes la conocimos la recordaremos con cariño. Y una plegaria al cielo por sus recuerdos.
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