La difícil regularización de los mototaxis en Juchitán
Cuando el presidente municipal, Daniel Gurrión Matías, autorizó el servicio de mototaxis en la ciudad no sólo dio al traste con el servicio urbano, originó que los dirigentes políticos tuvieran una poderosa base de apoyo, no hay líder político que se respete que no tenga una agrupación de mototaxis. El pretexto fue que los taxis y urbanos no llegaban a las colonias populares alejadas (ahora son los mototaxis los que te niegan el servicio “porque está muy kejos”) y la falsa promesa que no entrarian al centro. Era gobernador Gabino Cué Montiagudo cuando se otorgaron permisos de circulación de mototaxis a todas las organizaciones, se las entregaron incluso a quienes no tenía una unidad y registraron a incluso a personas que mostraron a los verificadores casacajos con dos llantas y sin moto.
Los mototaxis son un buen negocio. Hay personas que invierten en varias unidades, no pagan, salvo la cuota para el líder, absolutamente nada de impuestos, ni le dan ningún tipo de seguridad social a sus choferes. Para introducir un mototaxi a darle el servicio en la ciudad, sólo hace falta allegarse a una organización, pagar la cuta y proceder a pintar la unidad con los colores del sitio. Eso basta para andar con la moto en ciudad con toda la libertad, sin ninguna restricción y con toda impunidad. La mayoría de los choferes de mototaxi, van a toda velocidad, provocan accidentes en la que nunca asumen su culpa, circulan en sentido contrario, y aunque sus líderes piden que los criminalicen se utilizan mototaxis para realizar fechorías.
Si en al pasado prosperó la invasión de terrenos para colonias popualres, ahora es deporte de las organizaciones de mototaxis invadir vialidades en las principales calles de la ciudad, han hecho suyo una tercera parte de las calles en donde hacen sitio con la queja de los vecinos de obstrucción de sus entradas, además de generar basura y hacer sus necesidades en las cercanías o en plena a calle a un lado de sus unidades. Están plantados frente a comercios, en donde colocan objetos y pintan señalizaciones.
Como base apoyo son imprescindibles para los líderes, para la movilización como tomas de oficinas, asistencia a mitines además de ser votos cautivos, cierres de carretera, a veces sin ningún motivo, por el sólo hecho de hacer dinero, obligar caminar a la gente en pleno sol y en el ardiente asfalto, cargando con sus bultos, o en su caso cobrarles lo que quieran por transportarlos a la ciudad.
En la reciente reunión de sus representantes con funcionarios de la Secretaría de Movilidad (Semovi) del Estado, en donde el Subsecretario de Regulación y Control del Transporte, Pedro Silva, les informó que será en la próxima semana cuando se lleve a cabo un censo para conocer la cantidad real de motoraxis que circulan por la ciudad. Esto en el objetivo de regular el transporte y no salga a circular “ni una más”. Esto quiere decir que regularizarán a las unidades que no cuentan con permisos. Se agrega que los líderes de las organizaciones conscientes de este hecho podrán abultar o registrar a más unidades de los que actualmente cuenta (si se calcula que son arriba de10 mil con las listas abultadas van a resultar como 20 mil). Y encima han pedido que no se les cobre la licencia de conducir. No es creíble la aseveración del funcionario de SEMOVI que con este nuevo censo no se permitirá que circule una unidad más, porque los anteriores censos tuvieron ese mismo propósito y no prosperaron.
Gerardo Valdivieso Parada
Share this content:
Publicar comentario