Transfiguraciones

• Exposición colectiva de pintores juchitecos que se expondrá en la Galería A7 ubicado sobre avenida Juárez bajando el puente vehicular

Es de celebrar cuando se abre un nuevo espacio para el arte, en una ciudad que produce artistas que llevan varias generaciones. La galería A7 es el resultado del esfuerzo de pintores jóvenes y artistas reconocidos, que abre una primera exposición de las muchas que se espera albergará este nuevo espacio para la creación.

Bajo el título de “Transfiguraciones”, muestran su trabajo reciente pintores experimentados de la generación de Jesús Urbieta como Natividad Amador, Miguel Ángel Toledo y Armando Santiago. Jóvenes artistas como Víctor Esteva, Qayin y Roger Toledo. Cada uno con un estilo propio, la mayoría coincide en tener su formación ligada a la Casa de la Cultura de Juchitán y al taller de Artes Gráficas anexa a la institución cuando éste fue dirigida por Miguel Ángel Charis, que también pertenece a la generación de los tres artistas juchitecos mencionados primeramente.

Si tuviéramos que hacer un mapa sobre los expositores, podríamos ubicar a Natividad Amador y Víctor Esteva en la Séptima Sección, mientras que Armando Santiago nació en la Quinta Sección en el llamado Barrio Lima, el resto Miguel Ángel Toledo, Qayin (antes Puto Padre) y Roger Toledo son de la Octava Sección, los tres son barrios representativos de Juchitán.

Natividad Amador es la única artista que ha centrado su labor artístico en los hilos, laborioso trabajo de trasladar a la tela los hilos y los colores, que no pareciera ser un obstáculo para sus manos sino un camino bordado que nos lleva a la plenitud creativa. Su trabajo fecundo no sólo se ha expuesto en museos y galerías del país y el extranjero, también lo portan mujeres zapotecas en las festividades en forma de huipiles, que no ha llevado a la controversia como con otros artistas que han incursionado en el traje regional, como si su obra no fuera ajena sino una extensión de las grecas y de las flores del trópico, que nos viene de nuestras dos culturas que dominan nuestra sangre istmeña. La paciente labor de Natividad Amador no tiene límites, no hay reto que lo arredre, como un enorme lienzo bordado que expuso en la biblioteca Gabriel López Chiñas, prueba de su capacidad de trabajo y virtuosismo. Natividad recuerda a la reina de Ítaca: Penélope, más la artista juchiteca no espera y no deshilacha lo trabajado en el día, la inspiración su fiel compañero lo acompaña trabajando, de ahí su gran producción que deslumbra.

Miguel Ángel Toledo siempre supo que el arte sería su destino, desde que adolescente envió y ganó un concurso de dibujo que convocó El Sol del Istmo. Joven maestro en su primer oficio que le hubiera dado una vida sosegada con un taller propio y con trabajadores, todo lo dejó de lado, vendió sus instrumentos y enseres y tomó los pinceles. Maestro de varios artistas a quienes enseñó los primeros rudimentos del arte, en una disciplina que domina que es la escultura en barro, Miguel Ángel tiene un espacio ganado a pulso en el arte. Sus esculturas son receptáculos, lugares para albergar el agua, sahumerios modernos de una religión extinta y sus lienzos son una explosión de colores estridentes, de una fauna que se confunden con formas femeninas, de animales ágiles como el antílope en el poema de Nazario Chacón “que golpeara el casco de los siglos”.

Armando Santiago es un delicado y dedicado pintor de acuarelas, de zapotecas que extienden sus enaguas, sus trenzas y sus cabellos, mientras pájaros multiformes se pasean en un paraíso de colores, en donde el azul es el invitado especial de sus creaciones. De los huipiles que viste a sus mujeres en el papel y en el lienzo se podía hacer una pasarela, tal es detalle y la originalidad de sus obras. Los personajes de Armando Santiago son las de Juchitán, pero percibidos por un artista de una alta sensibilidad, que los acerca a la música, instrumentos de cuerdas resuenan en los dedos de las mujeres y los ensombrerados en el planeta íntimo del artista.

Víctor Esteva es un joven pintor con un estilo definido desde sus inicios en el taller de Artes Gráficas de la Casa de la Cultura de Juchitán. Su obra semeja a veces a cenotes, humedales, oquedades, nervios de agua dormidos en la plenitud de la tierra, otras son seres descarnados, ángeles caídos, mujeres que besan lo indecible, aurora boreal de formas, en un equilibrio de forma, luminosidad y color.

Quayin es Cristian, Puto Padre, un joven artista en constante búsqueda y transformación. Figurativo en sus primeros grabados a la exploración de otras formas, la más reciente es la serie de dibujos al carbón, en donde el negro resplandece en sus esquinas, las formas bruñidas llaman a recorrerlos con las manos en un aparente desborde de sus formas, son mundos deshabitados pero entrañables.

Roger Toledo viene de una familia apegada a la madera, tanto su tío Miguel Ángel Toledo como su padre fueron o son maestros carpinteros, su incursión al arte inicia con la madera, su trabajo promete una sorpresa para los espectadores de esta primera exposición que se muestra a nuestros ojos.

Gerardo Valdivieso Parada