TIEMPOS DE VIENTOS.

Por: Ana Beatriz Muñoz Valdivieso.

En estos tiempos de fuertes vientos, las familias se refugiaban en sus hogares, desde temprana hora, antes de que el sol se ocultara. No se quedaban en sus enramadas o en sus corredores, mucho menos en sus patios. Eran tiempos donde la mayoría de las casas eran de tejabana, las casas tradicionales de esta bella Región, en el Istmo de Tehuantepec. Las vendedoras del mercado del 5 de Septiembre, son las que se quedaban ya más tarde, ya que las ventas eran lentas por el viento. Pocos automóviles por las principales calles. El viento chiflaba con toda fuerza, en los parques los frondosos árboles mecian de un lado a otro a los cientos de zapatos, que se posaban entre sus ramas, las parejas de enamorados, se currucaban entre sí para cubrirse del poderoso viento de otoño. Eran tiempos bonitos, donde sus habitantes vivían en paz, el trabajo hacia a la gente feliz. Era una época en que la gente era feliz con lo que tenía, la felicidad consistía en tener un hogar, donde padre y madre convivieran con los hijos, épocas donde los jóvenes ha temprana hora ya estaban en su hogar. Tiempos bonitos, tiempos de nostalgia, donde los recuerdos aún vibran en mi mente. Tiempos de vientos, tiempos de hogares felices.