NA MELIA NIDE.
Por Ana Beatriz Muñoz Valdivieso.
Na Melia Nide, llego a mi memoria, era familia de mi madre, vivió en la primera sección, su talento la llevó hacer una curandera tradicional, era quien se encargaba de quitarle el empacho a los recién nacidos de aquella época, cuando aún se creía en este tipo de medicina. Na Melia, preparaba sus aceites, con los cuales curaba a los infantes, contaba con una habilidad indescriptible, para el manejo de aquellas pequeñas criaturas, las tomaba con sus manos habilidosas, les sovaba la espaldita así como su estómago, también lo hacía con sus manos y sus pequeños pies, para después terminar con su cabeza y garganta. Los infantes salían curados después de haber sido atendidos por las manos mágicas de Na Melia, el lugar donde trabajaba era una casa de tejabana, y lo realizaba desde su butaca de madera. La tranquilidad de aquella anciana me inundaba de paz mi corazón, después de llevar a mis retoños después de los 40 días de nacidos. Fue muy conocida por su eficaz diagnostico que tenía, para cada infante que llegaba a sus manos. En su familia nadie aprendió el legado de la sabia mujer.
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