La antigüedad de los muxe’
Gerardo Valdivieso Parada
En el auge del tema muxe’, algunas publicaciones insisten en que el paraíso queer juchiteco existe desde “hace siglos”. He insistido en que es un mito. Los muxe´ como se conocen actualmente en revistas y documentales es reciente. Los primeros muxe’ que se tiene memoria eran campesinos, se casaban, tenían hijos y hasta ejercían violencia contra sus esposas. Eran conocidos como muxe’ porque tenían relaciones sexuales con otros hombres, pero el género no variaba en nada y se le designaba el epíteto denigrante a sus espaldas. Con la llegada de revistas, la radio y la televisión, los muxe’ empezaron a cambiar tímidamente en el vestir, hasta llegar a ser considerados el “tercer género”.
¿Existían homosexuales en Juchitán antes de la llegada de los españoles? Por supuesto que sí, como en todas las culturas y todos los tiempos, agazapados, condenados, castigados, pero existían. En la historia de la humanidad han trascendido por ejemplo en la antigüedad los historiadores registraron al Batallón Sagrado de Tebas, conformado por 150 parejas de hombres unidos por el amor y el sexo. Curiosamente su prestigio fue socavado al ser derrotados por Filipo II rey de Macedonia y luego por su hijo Alejandro, quien tuvo como compañero íntimo a Hefestión. En la época dorada de los emperadores romanos llamados antoninos, se considera al más grande emperador a Trajano que gustaba de tener relaciones con jóvenes. Se dice que un reino conquistado por él se salvó de la esclavitud por el baile ejecutado por un joven príncipe que encantó al emperador. Su sucesor Adriano quedó prendado del joven Antinoo, cuyo lazo fue tan fuerte que el joven ofreció su vida a los dioses tirándose al río Nilo para que su emperador tuviera una larga vida.
Es falso que la aceptación de los zapotecos hacia los homosexuales provenga de siglos atrás, viniendo de una tradición guerrera que necesita que sus hombres y mujeres procreen más hijos para la guerra e hijas para seguir pariendo hombres para defender sus dominios, es altamente probable que reprobaran las relaciones entre hombres o que negaran su existencia. Hace algunos años un joven de la sierra de los benexhon, le preguntaron los zapotecos del Istmo cómo designaban a los homosexuales en la variante zapoteca de su lengua, contestó que no existía la palabra porque en los pueblos de la sierra “no existen los putos”.
Los muxe’ yoxho (ancianas) relatan que sus padres se empecinaron en que se mantuvieran en el comportamiento masculino, a través de castigos e incluso amenazas de muerte. Sólo después de haber probado todas las formas para “enderezarlos” los dejaron en paz, aunque nunca aceptaron su homosexualidad. Cuando los niños daban señales de ser muxe’ se le cargaban los trabajos duros e incluso se intentaba desde la ternura. Como contó Silviano, muxe’ de la Octava Sección que falleció luego de cumplir más de ochenta años, que su padre le confeccionaba carretas y yuntas de bueyes con botellas para que se interesara por el trabajo campesino y que al final él los desarmaba para convertir los bueyes en muñecas que arrullaba sobre su regazo. O cuando su padre para castigarlo lo llevó a recolectar leña al monte poniéndole sobre la espalda una pesada carga, contó que resolvió dividir la tercia de leña en dos, un tanto lo puso sobre su cabeza previa colocación de un anillo de tela en la mollera y otro tanto en la cintura, como lo acostumbran las mujeres, y así llegó más rápida y ligera la carga hasta su casa dejando atrás a su padre con su carga en la espalda.
Al mito que los muxe’ existían incluso antes de la llegada de los españoles, que aseguran otros que fueron los que trajeron el machismo y la practica binaria, lo replican algunos muxe’ alimentando este falaz hecho histórico. Hace cincuenta años la mayoría de los muxe’ no vestían ropas femeninas salvo en ocasiones especiales y a escondidas. En 1981 en una visita de la fotógrafa Graciela Iturbide a Juchitán a invitación de Francisco Toledo, en una de sus visitas a una cantina un muxe’ la llamó aparte, la llevó a un cuarto y ahí se puso un vestido para que le sacara fotos, luego con ese vestido se puso un sombrero de charro. Las fotos forman parte de la colección de la artista que intituló Magnolia. Esto prueba que hace apenas medio siglo las muxe’ no ganaban todavía las calles como tercer género, como actualmente lo hacen e incluso ahora se puede ver por las calles a jóvenes de género masculino andar tomados de la mano, cosa que los que son identificados como “muxe’ auntenticas” no hacen, porque en su mayoría prefieren estar solos y tener relaciones casuales con hombres o mayates.
Habría que agregar que los muxe’ su ideal en el sexo por lo general es ser consideradas como “mujeres”, la mayoría o las más visibles se rigen en la vestimenta por el género femenino, y se supone que sólo aceptan tener sexo con hombres, el que tengan novia o sean casados les da más valor a su relación. Un muxe’ jamás aceptaría tener una relación con otro muxe’. Su lucha ha sido contra la imposición de la sociedad, principalmente en la escuela y en algunas velas llamadas grandes, de encajarlos en el género masculino por eso en la escuela existen una gran deserción de niños muxe’ porque los maestros no aceptan que los niños acudan a clases con el pelo largo y utilicen el uniforme escolar femenino, esas reglas aún persisten en un sindicato de maestros y sistema educativo machistas. En el caso de las velas en donde predomina en las sociedades socios y socias homofóbicas, aun con todo lo que han logrado los muxe’, insisten en prohibirles la entrada lo que ha llevó en el pasado que se enfrasquen en conflictos en el acceso de dichas velas.
Fuera de reflectores existen muxe’ que no visten el traje regional, tampoco usan ropas femeninas, su ser muxe’ radica en su relación sexual con hombres, sus oficios como cocineras, estilistas, y su forma de hablar y comportarse, otros generalmente visten con ropas podríamos decir neutras como pantalones cortos, playeras con colores llamativos, son los que no salen en portadas de revistas, ni son los personajes principales de los documentales, pero son los que saben que no pueden clasificarse como mujeres ni como hombres, ni quieren ser uno y otra cosa y se consideran llanamente muxe’.
Foto de Felina Santiago Valdivieso
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